Hablar de Amor en un día como hoy es redundante, aunque en materia de sentimientos nada es reiterativo, todo lo contrario, hace bien al alma y la llena de luz. Vivimos un momento de recogimiento , ensimismados por la cotidianeidad y el desengaño las emociones hacen que nuestra existencia recobre sentido y la transforme .El Amor es un concepto que utilizamos para hacer mención a nuestros afectos, apegos, a nuestro corazón y su estado actual . Hablar de Amor cuando muchos identifican la palabra sólo con la relación de pareja y nada más, restringiendo su real valor y dimensión, es decir, caemos en el viejo juego de querer condicionadamente, internalizando la visión de Amar con recibir del otro lo mismo o más de lo que somos capaces de entregar.O lo que es peor, creyendo que entregamos todo,cuando ni siquiera conocemos nuestras propias necesidades afectivas. Esperamos que nos amen sin siquiera amarnos a nosotros mismos. Solemos focalizar el Amor a una sola persona.Obsesionándonos en la aspiración suprema de completar nuestro sueño y lograr el trofeo" ser amado por quien amamos". Amamos esperando reciprocidad.No concebimos amar cuando el otro no quiere formar parte de nuestras vidas .La comprensión del Amor como recepción de estímulos idénticos en las mismas circunstancias, es decir, "te amo cuando me ames de la misma forma o sino no es posible amarte ".Esperando eternamente ,queriendo recibir arrumacos, obsequios, mimos, detalles que aumenten y hagan florecer aquel ego muchas veces derribado por la rutina y el mal amor. Así nos convertimos en prisioneros de nuestros propios deseos, inventando amor, aspirando a un sentimiento que no logramos concretizar. Interpretamos el Amor de forma mezquina , centrado en uno mismo y no en los demás. Quedando fuera todos aquellos seres que nos quieren y se preocupan de nosotros .No nos damos cuenta que hay múltiples maneras de amar y ser amado. Hemos sido premiados con la Vida y la posibilidad de entender para que hemos nacido.Somos seres racionales, poseemos conciencia y voluntad y un corazón con amplias capacidades.Invitemos a nuestro corazón a amar sin reproches ni remordimientos. Amar sin miedo explorando en los demás todo aquello que nuestra alma nos diga.
Abrirse al Amor es una ardua tarea que implica amarse y aceptar que también nos amen los demás.
Cada cual ama a su forma.
Aceptemos al otro bajo sus condiciones y vulnerabilidades.
Sanemos a través del Amor.
Amar sólo para llenar nuestra alma de aquel sentimiento de bondad.
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