Cada cual en su Mundo - intimidad secreta y privada -vivenciamos cada acontecimiento como el resultado de nuestro accionar. Acción que suele ser relativa y subjetiva, con aristas , verdades también personales. Cada cual en su Mundo - cuando estamos enfermos, tristes, decepcionados, inclusive cuando el gozo es enorme y nos sentimos plenos - requerimos de Luz . Pedimos claridad, reflejo del alma y de la divinidad , entendida de diversas maneras como un Ser Superior que nos provee dicha y bonanza.Pedimos al Cielo, a la razón, a nuestra conciencia y al Universo protección y luminosidad. Necesitamos Luz y fuerza para seguir luchando, para ello requerimos de un camino menos escarpado, dejar de lado trancas y traumas para finalmente abrirnos a la abundancia espiritual. La Luz como reflejo proyectivo, es decir, recibir lo que damos y entregamos y no conformarnos con lo que la vida concede. Exigir Luz forma parte de la tregua, de un pacto que cada persona debe hacer consigo mismo y con su accionar . La vida nos concede y nos pone a prueba. Cuando estamos en medio de la oscuridad , relacionando lo oscuro con todo aquello que nos impide avanzar, sólo vemos bruma y poca nitidez para enfrentar lo que sobrevendrá. En aquel punto donde no hay claridad sino un precipicio gris donde se ha extraviado nuestro Ser sin haber tenido la intención de que aquello ocurra , vemos al final del túnel un rayo. Un haz de Luz, que refleja la esperanza de una nueva oportunidad. La oportunidad es Luz, ella provee el deseo ferviente del verdadero sentir. Aquel sentir que nos convierte en totalidad y donde la esperanza reina. La Luz debe envolver nuestro cuerpo convirtiéndose en Amor Universal. El Universo obra por sí mismo y cada ser humano es obra del Universo.Luz para todos.Luz para mí.Brillo en la mirada. Luz , mucha Luz frente a la alegría y la adversidad.
miércoles, 14 de enero de 2009
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Naciste con ella ...
ResponderEliminarY viniste con la gran misión de iluminar los rincones del mundo y de los corazones.
La luz siempre estuvo y siempre estará en ti, querida Mané!
Mantén siempre abierta la ventana de tu alma para que Dios siga obrando a través de tu resplandor!
Gracias!
Con mucho cariño!