" A veces el mundo es un pañuelo, otras tantas me parece un pasajero de tren".
Por todos lados se escucha decir que no hay nada que no se haya creado. Asumimos esa reflexión por osmosis, asimilando que no hay nada que ya no exista. Algo así como si existir tuviese fin. Hay una extraña manía de ponerle punto final a las cosas, como si las necesidades estuviesen enumeradas. No es insólito encontrarse con clasificaciones de las necesidades, de los estímulos, de las enfermedades, de como debemos comportarnos, vestirnos e inclusive la manera en que debemos enfrentar las crisis, ya no sólo económicas, sino también emocionales. Vamos al supermercado y todo tiene código de barra, vamos al estacionamiento y el parquimetro lleva la cuenta de cada minuto que estamos ahí. El último gran descubrimiento es cuantificar cada paso que damos, .En consecuencia, pasamos a tener un valor de acuerdo a donde vivimos, que comemos, como nos vemos. La apariencia tiene un precio, el convivir en armonía también. Sectorización de diversa índole. ¿ Los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derecho?, otra de las mentiras que a pesar de estar estipulado en la Constitución, sólo al leerla nos damos cuenta que no puede haber hipocresía más grande que decir que nacemos iguales. Reitero, el Mundo se ha convertido en un mar de contradicciones.En un aturdimiento absoluto convivimos todos. Creemos saberlo todo, creemos poseerlo todo. Mi pregunta es : ¿ qué sucede con las miles de personas - inclúyome - que sienten que su vida a veces ha perdido el sentido y la visión global de los eventos que rodean cada vida se vuelven una vorágine donde hasta el freno de mano no funciona?. Sí, señores, el gran descubrimiento de que todo se ha creado es otra de las blasfemias que nos vende el mundo, ¿ quién es el mundo, se preguntarán ustedes, al igual que yo?, bueno, el mundo lo componen las personas que detentan el poder. Un gran número de lectores pensará en voz baja ; " bruja, loca y anarquista", bueno respondo con el parche ante la herida, es una reflexión personal,en la mente humana no hay nada que sea finito. Todos los días hay una sorpresa por descubrir.
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