La muerte es un tema que siempre ha traído especulación y misterio. Especulación porque hay opiniones encontradas con respecto a ella. Muchos eluden el tema, otros ni siquiera piensan en ella, algunos - en momentos de depresión y angustía- piensan en acabar con su vida, porque sienten que no hay sentido para vivir.
Misterio en el sentido de que dimensionamos el más allá como un lugar donde seremos más bruma que cuerpo, en este punto existen opiniones contrapuestas , según la religión y el punto de vista de cada persona.
Sin embargo, a pesar de lo multidimensional que es el concepto de Muerte, hay algo donde -creo y quiero pensar que es así - todos concordamos, " se va alguien que físicamente no veremos nunca más pero que permanecerá en nuestro corazón por siempre ", y en ese punto toda conceptualización, teoría, puntos a favor y en contra se tiran al garete, pues en ese preciso momento donde deja de existir alguien - sobretodo cuando tenemos un vinculo fuerte con aquel ser- quedamos con un vacío en el alma, con una sensación en el pecho que nadie más que el que lo vive lo dimensiona.
La sensibilidad y la capacidad de amar juegan un papel fundamental, pues la pérdida real sólo la siente quien la vive. Pregunto en voz alta: ¿ Habrá algo más maravilloso que dar vida después de la muerte?. Creo que ambos términos que aparentemente son contrarios , están unidos por un hilo invisible, y este es el Alma, tan abstracta como intensa, tan llena de dicha como de pesar.
Translúcida cuando es pura, y llena de oscuridad cuando se vuelve mezquina. Ella prevalece, no se diluye ni muere jamás. Permanece intacta cuando es potente . Es energía viva por siempre. Nuestra cubierta - más o menos agraciada - es sólo una cáscara. Nos representa visualmente, nos ayuda o nos amedrenta frente a los otros.
Lamentablemente sobredimensionada , pero si no está unida a un espíritu guerrero no somos nada. No lograremos la trascendencia si no comprendemos que la unión cuerpo- espíritu es más importante que sólo una apariencia.Día a día debemos batallar por una vida digna, más justa, donde necesitamos cubrir nuestras necesidades y donde queremos que los nuestros sean felices.
Luchamos por la felicidad de nuestro núcleo, sin pensar en el bienestar de los demás. Es una ley de sobrevivencia primaria que - espiritualmente hablando - es egoísta y anquilosada. Quizás por eso nos hemos vuelto seres autómatas, arrogantes y poco empáticos, pues no somos capaces de dimensionar la vida del otro, o el sufrimiento ajeno.
Generalmente cuando estamos bien, cuidamos ese bienestar alejándonos de todo aquello que pueda causar perjuicio y agobio. Hay eventos que - aunque no estén presentes actualmente en nuestras vidas- nos tocará vivir algún día, uno de ellos es la muerte. Preparémonos desde ya, y seamos capaces de dignificar a nuestra Sociedad comprometiéndonos a donar nuestros órganos estando vivos y sanos.
Siempre existiremos, el cuerpo sólo nos cubre, es importante, pero no lo fundamental. Es indispensable entender que la donación de organos es un Acto de Amor, en el cual existe un compromiso no sólo con los demás, sino con nosotros mismos. Dar vida después de dejar de existir es asumir que existiremos doblemente. Una parte estará en nuestros seres queridos, y la otra en aquella persona que pudo vivir gracias a nuestra generosa y desinteresada entrega.
Felipe Cruzat : Eres un angel entre todos los mortales que - si hubiesemos sido capaces de concientizar al mundo a que entendamos que no somos dueños absolutos de nosotros, sino que somos parte de un Universo mágico - tal vez seguirías corriendo entre tus amigos, y sonriendo como cualquier niño de tu edad.
Personalmente , y me hago responsable de lo que digo, siento verguenza y me parece brutal el hecho de que nos estemos convirtiendo en una Sociedad hedonista, egoísta y sumamente básica, donde no somos capaces de solucionar lo humano como seres civilizados.
Siento pena por muchas cosas, este tema me provoca un sinsabor doloroso, porque también cuestiono la inercia en que caemos para poder sobrevivir en este mundillo donde lo realmente importante no tiene valor , y lo responsable que debemos ser cuando hablamos de que somos " seres humanos".
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