lunes, 20 de abril de 2009

El Rigor Espiritual


Desde que tenemos uso de razón debemos funcionar de acuerdo al óptimo rendimiento. Desde pequeños nos someten a horarios de alimentación, horas de sueño, de estudio, obediencia y respeto .
Debemos ser buenos alumnos, buenos hijos, debemos labrar nuestro futuro. Somos el resultado de lo que marcan las cifras. Una buena nota en el colegio te trasforma en buen alumno , obedecer significa ser mejor persona.
No hay nada que rodee a un ser humano que no esté " fríamente " calculado. Son las normas de civilidad., insertarnos en este mundo tiene costos. Las personas rectas y con una personalidad equilibrada tienen una " vida mejor". El punto es : ¿ Cuales son los parámetros que diferencian lo bueno de lo malo?, ¿ quien alecciona al ser humano para poder aprehender y captar lo " positivo", dejando de lado lo nocivo?.
Para no perdernos en la vorágine post modernista que nos plantea que mientras seamos necesarios tendremos plena independencia y validez material debemos comprender lo que significa el rigor espíritual.
El rigor espíritual es tener plena certeza de que , pese a estar insertos en un ambiente de suma hostilidad y de una competencia nociva e hilarante, poseemos un espíritu que puede derribar cualquier frontera y adversidad.
Un individuo es espiritualmente riguroso cuando es capaz de sortear todo lo que le ocurre con sapiencia y sabiduría, cuando aprende de lo que le ocurre y no ve sólo lo negativo. Un ser humano empático y resciliente que armoniza su vida con la de los demás, sin eximirse de la realidad que lo rodea. Es aquel que encuentra los mecanismos para ramificar sus redes sociales, laborales e intelectuales con el objetivo de forjar un futuro mejor.
Una persona que sólo posea rigor mental no se sentirá jamás completo.El equilibrio implica la unión indisoluble de mente y espíritu para poder lograr un completo bienestar. Necesitamos aparejar ambas fuerzas sino nos sentiremos cojos, como si algo le faltara a nuestra vida y no fuesemos capaces de entender en toda su amplitud lo que nos aqueja o falta.
Si no somos espiritualmente rigurosos, jamás podremos interpretar nuestras más íntimas necesidades ni menos las necesidades de los demás. Somos seres gregarios, no nos bastamos a sí mismos,aunque como en todo orden de cosas, debemos partir por un punto, en este caso el punto eres TU.
El "yo " en el rigor espíritual es producto de un proceso de autodescubrimiento donde cada uno sabe lo que requiere y aspira de la vida, por ende, el trabajo consigo mismo es una de las tareas más importantes. Ser rigurosos en el amor, en el dar, en la entrega y la lucha. Ser espontáneos y seres completos , aceptarnos pese a nuestra imperfección. Tenemos el deber de ser rigurosos, pero en todos los aspectos.
No podemos dejar de lado nuestras necesidades internas en pos de un crecimiento material , ni tampoco focalizarnos solamente en lo meramente espíritual como salvavidas en momentos de crisis o angustia, pero también tenemos el derecho de vivir intensamente lo que nos ocurre no sólo en el aquí y el ahora, sino también lo que ocurrió y ocurrirá.
No sabemos lo que acontecerá, ni podemos cambiar lo que ya sucedió , debemos ser rigurosos en el sentido de asimilar todo lo que nos sucede sin temerle a nuestra conciencia ni a nuestra propia voluntad.
Ser concientes es una prueba fehaciente de que sí podemos ser rigurosos.
Podemos pisar tierra firme, también podemos volar.

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